Table of Contents
ToggleLa rizartrosis es una dolencia que afecta una de las articulaciones más importantes de la mano: la base del dedo pulgar.
Esta patología puede llegar a ser debilitante y dolorosa, afectando actividades diarias simples como abrir una botella o escribir en el móvil. Abrocharse un botón, atarse cordones de zapatillas, peinarse, etc.
En este artículo, exploraremos en detalle la rizartrosis del dedo pulgar, haciendo énfasis en el tratamiento con fisioterapia y ejercicios para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Ejemplo paciente real:
Federico viene a consulta por un dolor muy localizado en la base del pulgar, él es Carnicero de 55 años, lo cual nos da información de que lleva muchos años con movimientos forzados y repetitivos.
El dolor se le ha ido instaurando poco a poco, no es un dolor fuerte pero es molesto.
Le duele sobre todo cuando lleva horas sin moverlo, y baja intensidad conforme lo va moviendo, también nos dice, que a veces le cruje y tiene calor en esa zona de dolor, teniendo el `punto de máximo dolor al hacer la pinza (oposición del pulgar con resto de dedos) y que al hacer fuerza la pierde por el dolor que lo provoca.
Después de Valorar a Federico, se le aconsejó hacer pruebas complementarias, que diagnosticaron la rizartrosis del pulgar.
Se sometió a cirugía para poner prótesis y su consiguiente rehabilitación de fisioterapia.
Federico restableció su normalidad en su día a día, eso si, dejando de hacer movimientos repetitivos y sobre esfuerzos.
La rizartrosis, también conocida como artrosis del pulgar, es una forma de osteoartritis que afecta la articulación carpometacarpiana (CMC) en la base del pulgar. Esta articulación es clave para el movimiento y la fuerza de la mano, por lo que su deterioro provoca importantes limitaciones funcionales.
El síntoma principal es el dolor localizado en la base del pulgar, especialmente al realizar movimientos de pinza o al cargar peso con la mano.
Las personas con rizartrosis suelen experimentar rigidez matutina y una reducción en el rango de movimiento del pulgar.
La articulación puede inflamarse, y en etapas avanzadas, desarrollarse una protuberancia visible o deformidad en la base del pulgar.
La disminución de fuerza hace que tareas cotidianas, como abrir frascos o sostener objetos, sean difíciles.
Movimientos repetitivos o sobrecarga en la articulación del pulgar pueden desgastar el cartílago.
El envejecimiento es un factor clave, ya que el desgaste natural del cartílago aumenta con el tiempo.
Una predisposición genética puede influir en el desarrollo de la rizartrosis.
Fracturas o esguinces en el pulgar pueden acelerar el deterioro articular.
Reducir actividades que impliquen un uso excesivo del pulgar puede prevenir el desgaste articular.
Adaptar herramientas y dispositivos para reducir la presión sobre la articulación del pulgar.
Ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la mano ayudan a proteger la articulación.
La rizartrosis es una condición crónica, pero su progresión varía. En etapas iniciales, el tratamiento conservador como fisioterapia es altamente eficaz. En casos avanzados, puede requerirse intervención quirúrgica.
La cirugía puede dejar la articulación rígida; la fisioterapia busca restaurar el rango de movimiento.
Las técnicas terapéuticas ayudan a minimizar el dolor postoperatorio y reducir la inflamación.
El fortalecimiento progresivo de los músculos de la mano es esencial para prevenir la debilidad y optimizar el uso del pulgar.
Restablecer la capacidad de realizar actividades cotidianas como escribir, abrir frascos o sujetar objetos.
El fisioterapeuta realiza movilizaciones suaves de la articulación para prevenir la rigidez sin comprometer la prótesis.
Ejercicios para mejorar la coordinación y el control del pulgar en actividades cotidianas.
Mantener ejercicios simples como estiramientos y fortalecimiento para evitar recaídas.
El fisioterapeuta orientará sobre cómo realizar actividades diarias sin sobrecargar la prótesis.
Consejos para una Recuperación Óptima
Video ejercicio de fuerza mano pulgar:
Fisioterapeuta: Pablo Cubedo,
número de colegido 7700